Me encanta ver las caras de la gente cuando afirmo la no existencia de este, uno de los sentimientos más nobles de los seres humanos. Me miran como que soy tonta, o guiri (y por lo tanto, no sé de qué hablo), o loca o incluso que pertenezco al Lado Oscuro. ¿Qué puedo decir? Es una de extras que se tiene al trabajar en Recursos Humanos.
Pero lo hago por una causa muy buena.
¡Lo hago para demostrar que la comunicación tampoco existe! Y te lo voy a demostrar hoy a ti también.
Imagina la siguiente escena. Una pareja glamurosa, quizás de Hollywood, va a una sesión de terapia de parejas. Es un último intento de salvar su matrimonio de un divorcio feo y costoso. La terapeuta les pregunta qué problema tienen.
“El amor se ha ido de nuestra relación,” dice Fred.
“Sí,” añade Freya. “Simplemente desapareció.”
“¿Cómo se fue?” pregunta la terapeuta. Fred y Freya la miran, las caras en blanco.
“¿Cómo se movió el amor cuando dejó la relación?” explica la terapeuta. ¿Se deslizó, se tambaleó, fue nadando o creció alas y voló por una ventana convenientemente abierta? ¿O esperáis que me crea que El Amor tuvo una combustión espontánea dejando una pila de cenizas en la mesita de centro?” (Es una terapeuta sin pelos en la lengua, como ves.)
Las bocas de Fred y Freya abren y cierran varias veces, como un par de merluzos que se encuentran entre un bol de migas de pan y una sartén…
La terapeuta se acerca más.
“Fred. Freya. Decidme, ¿quién dejó de amar a quién?”
¡Zasca! ¡Toma ya! Así, sin más, con una pregunta bien elegida, hemos llegado al quid de la cuestión. Nuestra pareja desenamorada se queda mirándose mientras ambos se dan cuenta de que al menos uno de los dos va a tener que aceptar algo de responsabilidad por la situación.
El amor no existe porque lo que existen somos las personas que nos amamos.
O no, en el caso de Fred y Freya.
¡Sí! El amor es un verbo, es un proceso. Es algo que las personas hacemos, no algo que tenemos. Y cuando decimos que el amor se ha ido de una relación, estamos evadiendo nuestra responsabilidad en el proceso. Porque somos nosotros quienes hemos dejado de amar.
Lo mismo va para la comunicación. No existe en si mismo. Lo que sí existe somos personas que nos hablamos y nos escuchamos. Personas que escriben blogs, personas que los leen, y que dejan sus comentarios al final del post. O no.
¿Te he convencido? Arranquemos nuestra relación. Contéstame en los comentarios. ¡Me encantaría saber tu opinión!
PD No te preocupes. En el próximo post, hablaré de La Comunicación como algo que realmente existe. Al igual que El Amor, es un concepto útil, siempre que recordemos que fue un verbo antes de sustantivo.